La semana pasada, aquí en blog de Copysan – especialistas en impresión y duplicación de CD y DVD – comenzamos con una serie de artículos semanales muy interesantes sobre la temática que nos rodea. Los amantes de esta tecnología están de enhorabuena ya que comenzamos describiendo un par de peculiaridades del CD (El CD, curiosidades de una tecnología que se resiste a desaparecer). En ese artículo, el cual si no has leído ya deberías hacerlo, comenzábamos una retrospectiva por el lanzamiento del CD como dispositivo de almacenamiento físico que revolucionaría la industria. Haciendo memoria, nos remontamos a 1981, fecha en la que Sony y Philips crearon el Disco Compacto. También comentamos su fabricación y los elementos de los que está hecho, como el policarbonato u Oro (o plata en su defecto).
Hoy, volvemos a la carga y continuamos hablando de este pequeño objeto que tantas alegrías nos ha dado a lo largo de historia. Ahora nos adentramos en su funcionamiento, ¿nos acompañas?
¿Cómo se graba la información en un CD?
Ya adelantábamos en el post anterior que en una de las capas por las que está compuesto el Disco Compacto, la capa reflectante, contiene pequeños baches que apenas diferenciamos, pero que son los causantes de que la información se codifique y se grabe en el CD. Entonces, ¿Cómo se graba esa información?
Los CD en blanco, además de la capa reflectora poseen una capa extra (ubicada entre el policarbonato y la capa metálica) con un tinte que se calienta por un láser de alta potencia (grabadoras o imprentas de CD). Esta capa absorbe ese tinte en forma de información. Quizás pueda parecer algo abstracto pero lo cierto es que es un proceso sencillo.
Funcionamiento, ¿cómo se lee?
Una vez grabada la información e impreso el CD (o DVD, el cual funciona de forma similar), esté posee la información que se ha seleccionado: música, datos, vídeo, programas, etc. Si bien para almacenar hiso falta un láser, para leer dicha información será necesario otro láser, aunque este no tan potente, ya que el láser de grabación por lo normal suele ser hasta diez veces más potente.
De esta forma, los datos de un disco óptico se transmiten, como toda la información digital que existen en al actualidad, por un código binario, es decir por series de ceros y unos (0 y 1). Si bien no es nuestra labor dar una clase magistral de informática y lenguaje binario; hay que tener presente que dependiendo de la forma en que se dispongan esos ceros y unos (combinaciones de 00, 01, 10 y 11) se transmitirá una señal u otra y por tanto un dato u otro diferente. La traslación desde el soporte del disco al ordenador (o equipo de lectura) se hace mediante el lector, en el cual se ubica el láser de baja intensidad que comentábamos.
El rayo o láser incide sobre la superficie del disco y es reflejado por el recubrimiento metálico (si, ese mismo recubrimiento que puede ser de Oro o Plata, según el tipo de CD). Dependiendo de las variaciones de luz reflejadas, se leerá una información u otra. La forma en la que el láser recorre el Disco Compacto en busca de datos es en espiral y de dentro hacia fuera ((al contrario que en los antiguos discos de vinilo). A medida que se van leyendo los datos, se van creando largas series de ceros y unos que el lector va pasando al reproductor (ya sea en un PC, un equipo de sonido, etc.) en forma de código binario para que éste los traduzca a datos de texto, de imagen o de sonido digital.
Sin duda alguna, explicar el funcionamiento de un CD es algo engorroso y un difuso. No obstante es un proceso que se comenzó a realizar en la década de los 90, donde aún convivíamos en una etapa entre lo físico y lo digital. Ahora, aunque parezca que el formato físico queda descatalogado, lo cierto es que el CD sigue vivo entre nosotros, por suerte.
Volveremos la próxima semana para traerte más información y curiosidades sobre el mundo de la impresión y duplicación de CD y DVD.
